Probablemente, la morena no esperaba tal giro de los acontecimientos, pero decidió no perder la oportunidad. Por ello, sucumbió a los encantos del ganador, poniéndose de rodillas frente a él y chupando su gran polla. Luego decidió darle un respiro de la tensión en el ring, y se puso su propio coño en diferentes poses. La ventaja de estos hombres: se sienten cómodos prácticamente en cualquier posición, pueden levantarla, y lo principal es no usar la fuerza con violencia.
Para los tres el sexo fue una prueba de fuerza, y puedo decir que tanto la rubia como la morena estuvieron a la altura de la prueba, demostrando al tipo su capacidad de complacer. Impresionado por la inquietud del tipo, que trabajó todos los agujeros, sin prestar atención a los gritos de las putas. La pose de la morena con las piernas hacia arriba fue la que más impresionó: con tanta facilidad y agilidad el culo del tipo rebota, y la polla conoce su propósito.
¿Hay alguien aquí?