Un instructor debe desarrollar las habilidades de sus alumnas, notar sus inclinaciones y actuar en esa dirección. Y esta doncella era la que mejor tocaba la flauta de cuero. Esta habilidad la beneficiará mucho, no sólo en sus estudios, sino también en la vida cotidiana. Lo principal son los ensayos diarios y en diferentes flautas.
Este entrenador tiene un buen trabajo, ¡calienta a su cliente sin siquiera quitarse la ropa! Al final casi se mete en sus calzoncillos, con tanta prisa por hacerle una mamada. ¡El mejor trabajo del mundo!